Sentada en la escalera de la vida,
subiendo poco a poco los peldaños,
mientras que sigues jugando esta partida,
pasan los días, los meses y los años.
Lamentando la suerte de tu estela,
el mundo gira al azar y por antojo,
tú apuestas negro y par a la ruleta,
y oyes la voz que grita,_ impar y rojo
Planeas paso a paso las jugadas,
lanzas tus dados cargados de esperanza,
lo juegas todo y no recibes nada,
apuestas fuerte pero la vida manda.
Somos todos jugadores sin quererlo
de esta partida complicada y larga
y aunque te empeñes en dirigir el juego,
tu destino dirá la última palabra.
De la baraja que me dieron al nacer,
me van quedando ya poquitas cartas,
por eso apuesto todo a mi presente
que ya se ocupa Dios de mi mañana.