Entre fogones, cazuelas y los pucheros de barro,
anda la abuela enredando
Pone un chorrito de aceite, ahora pela unas patatas
y al mortero con los ajos.
Llora cual la Magdalena cuando pela las cebollas
y poco a poco de magia, se va llenando la olla.
Cuando la suerte lo quiere, cae algún trozo de carne,
pero siempre sabe a gloria
¡Que son tiempos de postguerra
y la gente tiene hambre!
En la casa huele a gachas, a cocina castellana
y el aroma de las migas se escapa por la ventana,
cocina de los conventos, de esa que aprendió de moza
cuando lavaba la ropa, a los monjes de la loma
El mantel de flores rojas, por ella antaño bordado,
de blanca loza los platos, desconchados por los años.
Ya está el vino en el porrón y el pan cortado en la cesta.
¡Vamos niños, a comer, qué ya está la mesa puesta!
Julia L. Pomposo
¡Qué hermoso, descriptivo y completo tu poema!
ResponderEliminarAlabo tu magistral don.
Saludos.
Muchas gracias Rosa Mª, son los recuerdos de nuestros antepasados, sobre todos los de nuestras entregadas y sufridas abuelas.
EliminarBesos
Me llevaste a mi infancia. Abrazos.
ResponderEliminarSupongo que son recuerdos bastante comunes a una generación, la nuestra.
EliminarAbrazos
Hermoso recordatorio de lo que era una mesa "de entonces"
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, porque eso es otra de las cosas que se van perdiendo, el encanto de disfrutar en la mesa.
EliminarGracias por comentar.
Abrazos
Que buenos recuerdos nos traes. Julia.
ResponderEliminarBuen lunes. Un abrazo.
Eran tiempos de escasez, pero se disfrutaba en la mesa con lo que había-
EliminarAbrazos
Holaaaaaaaaaa mi eterna amiga Minerva cariño esas historias me la contaba mi madre, me has llevado a esos tiempo como si la escuchara todo antes era mas de llevarse un trozo de algo a la boca, las migas me encantan mi papi era el encargado de hacerla y todos comían en compañía feliz tarde cielo te quieroooooooooooooooooooooooo muchoooooooooooooo ya volvi a embrujoooooo
ResponderEliminarEncantada con tu vuelta. Me alegra que te guste el poema, es un pasado común a muchas de nuestra generación, no había mucho pero se disfrutaba de lo poco que había.
EliminarBesos
A mi también me has llevado a mi infancia, buenos recuerdos compartes amiga.
ResponderEliminarDe nuevo con todos vosotros, ya de vuelta os voy visitando, es un placer Julia.
Un gran abrazo amiga.
Hola Carmen, me encanta que todos estéis ya de vuelta, se os echa de menos por los blog. Gracias por leer mis recuerdos.
EliminarBesos
Que delicia de comida esas que hacían las abuelas y que tan bien las describen tus versos.Besicos
ResponderEliminarEran sencillas pero sabían a gloria, o es que había hambre.
EliminarGracias por dejar tu comentario.
Besos
Me ha encantado tu poema, Julia. Ya sabes que me gusta la cocina, y todo se lo debo a mi abuela. La veía cocinar rodeada de pucheros, fogones, ristras de ajos... y todo aquello me parecía un lugar mágico, y aquí has sabido reflejar muy bien esa sensación con tu texto.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Gracias Miguel, somos muchos los que hemos vivido momentos y recuerdos similares, la España antigua de la post- guerra olía a los guisos de las abuelas y madres.
EliminarBesos
Qué bonito lo has expresado!!!!.
ResponderEliminarFantástico.
Un beso🌻🌻🌻🌻🌻
Gracias Amalia, me alegra que te haya gustado.
Eliminar¿sabes? tengo problemas para entrar en tu blog, no se que ocurre pero cuando clico tu nombre no me sale el enlace.
Besos
Entrañable... me llevaste a mi niñez, allá donde los abuelos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, creo que son recuerdos comunes y muy parecidos que todos tenemos.
EliminarGracias por la visita. Un abrazo
Creo que a todos los que somos un poco mayores nos has recordado nuestra infancia. Me ha encantado como has desgranado tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazo Julia.
Gracias Conchi, tienes razón, son recuerdos de la España de antaño, no había mucho pero se compartía lo poco que había.
EliminarBesos
Bien puesta la belleza de aquellos momentos y que nos retrotrae a tiempos que más o menos así algunos vivimos.
ResponderEliminarY el toque dramático de esos tiempos de guerra impuestos por los malditos de siempre, tiempos en los que las abuelas sabían calmar con su magia.
Abrazo.
Comidas con pocos ingredientes y grandes resultados, eran otros tiempos menos abundantes.
EliminarAbrazos
Los poemas son las sales de la literatura.
ResponderEliminarSaludos desde mi tierra
Gracias Juan, agradezco mucho tus visitas y comentarios.
EliminarUn abrazo
Creo no sale mi enlace cuando utilizo el móvil. Con otros dispositivos no ocurre.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julia.
Un beso.
Igual si es por edo, las cosas desde el móvil no funcionan igual.
EliminarUn beso
Que bonito poema, me encanta. Saludos amiga.
ResponderEliminarGracias Sandra, mea legra que te guste.
EliminarUn fuerte abrazo
¡Como la cocina tradicional que describes, pocas cositas quedan ya en Este Loco Mundo! Y lo digo con verdadero sentimiento, pues quien más cocina en mi casa soy yo. La foto que has puesto de la señora en su guiso me encanta y es perfecta para esta entrada que compartes.
ResponderEliminar¡La Vida es Un Perfecto Ambigú!
La cocina sencilla y muy sana de antaño, era todo muy natural, ahora no sabemos que es lo que comemos.
EliminarAbrazos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLindo poema.
ResponderEliminarAbraços.