¿Por qué el firmamento luce hoy tan claro?

¿Y por qué brilla tanto esa hermosa estrella?.
Oigo como voces allá en lo alto
mas, no me hagas caso, deben ser los años.
Ya oigo cosas raras, pero yo diría
que eso son las voces de ángeles cantando.
Observa esa estrella, ¿está caminando?...
Vamos a seguirla, nos está llamando.
Coge algo de pan y miel, por si acaso.
A ver hasta dónde nos guían sus pasos.
Tengo miedo, Andrés, ¡todo es tan extraño!
Pues yo siento paz y una voz me dice
que algo está pasando.
Anda y date prisa, reúne al rebaño.
Para un poco, Andrés, que estoy muy cansado.
Un esfuerzo más que estamos llegando.
Mira, ¿ves la estrella?, al fin se ha parado.
¿Por qué se detiene sobre el viejo establo?
Ven, Tobías, no temas, que no pasa nada,
tan sólo es un niño envuelto entre pajas.
¡Pero qué dulzura tiene su mirada!.
Sólo contemplarlo reconforta el alma.
¿Quién es este niño de madre tan bella?
Es el Rey del Cielo, por Él las estrellas
bajan a adorarle desde el firmamento.
Por nosotros viene a este mundo nuestro.
Pasarán los siglos y hasta los milenios
y recordarán a través del tiempo
lo que en este establo está sucediendo
y la hermosa noche que estamos viviendo.
Vamos presurosos, hay que divulgarlo,
que todos conozcan lo que ha sucedido.
Que en un pueblecito y en un pobre establo
el Hijo de Dios hoy nos ha nacido
Julia L. Pomposo