Las cosas no son siempre aquello que parecen,
ni es oro todo aquello que suele relucir.
Caminas por el mundo con la máscara puesta,
a todos sonriendo, fingiendo ser feliz.
El lobo disfrazado de frágil corderillo,
acecha cuando menos lo puedes prevenir
y hasta la hermosa rosa con su sin par belleza,
tiene crueles espinas que te pueden herir.
La sangre derramada en nombre de los dioses,
es la excusa empleada, por matar o morir,
y tras el decorado en el que nos movemos,
la cruda realidad no puedes distinguir.
El mundo es un teatro, la vida una función,
donde hombres y mujeres se aprenden el guion,
más cuando llega el fin y se baja el telón,
las ocultas miserias hacen su aparición.
Ten los ojos abiertos, procura estar alerta
y ver la realidad, oculta tras la puerta.
No te fíes de los brillos ni los falsos profetas
y recuerda que existen las falsas apariencias.
Caminas por el mundo con la máscara puesta,
a todos sonriendo, fingiendo ser feliz.
El lobo disfrazado de frágil corderillo,
acecha cuando menos lo puedes prevenir
y hasta la hermosa rosa con su sin par belleza,
tiene crueles espinas que te pueden herir.
La sangre derramada en nombre de los dioses,
es la excusa empleada, por matar o morir,
y tras el decorado en el que nos movemos,
la cruda realidad no puedes distinguir.
El mundo es un teatro, la vida una función,
donde hombres y mujeres se aprenden el guion,
más cuando llega el fin y se baja el telón,
las ocultas miserias hacen su aparición.
Ten los ojos abiertos, procura estar alerta
y ver la realidad, oculta tras la puerta.
No te fíes de los brillos ni los falsos profetas
y recuerda que existen las falsas apariencias.